viernes, 22 de marzo de 2013

FRANCISCO I: EL PAPA PORTEÑO




A la media tarde del 13 de marzo, los argentinos recibimos atónitos (cada uno sea por el motivo que fuere) una noticia histórica. Había sido elegido Papa Jorge Bergoglio, un cardenal argentino, el primero de América Latina en 2000 años.

A partir de ese momento empezaron a hablar en el mundo entero del "Papa argentino". Los diarios, portales, radios y televisoras de todo el mundo, en el cual también se encuentra la Argentina, hablaron, semblantearon y explicaron la vida, sentires y pesares del Papa "argentino". Basta para comprobarlo los titulares de medios como The Guardian, El País de España, The New York Times, La Tercera de Chile, O Globo, Folha de Sao Paulo, La Voz de Galicia, El Universal de Venezuela o El Espectador de Colombia, entre tantos otros. Del mismo modo, todo nuestro arco periodístico desde Página 12 hasta Clarín escribieron y armaron sus primeras planas del jueves hablando del Papa "argentino".

Pero hay una característica en este nuevo Papa que pocos parecen resaltar y casi nadie parece ver como definitoria. Todos dicen "fue elegido un Papa argentino" y pocos reparan en el hecho de que fue elegido un Papa "porteño", que era Cardenal Arzobispo de la Diócesis de Buenos Aires.

Este Papa es un porteño "nyc", nacido y criado en Buenos Aires, un Papa que lejos de nacer en cunas principescas o en camastros de sólidos caserones europeos, nació en nuestro porteñísimo barrio de Flores, en un hogar formado por un ama de casa y un inmigrante ferroviario.

Francisco I es un Papa porteño que se cortó siempre el pelo en la peluquería de toda la via. Un Pontífice que se formó en la enseñanza pública oficial porteña, que estudió en la Escuela Industrial Nro. 12, en la que recibió una suspensión de 3 días por llevar visible el escudo peronista.

Este pontífice, Francisco I, es un Papa porteño, que verá al mundo con mirada de porteño, que llevará al Vaticano el espíritu y la impronta porteña y hablará castellano al mundo (urbi et orbi como hablan los Papas) con acento porteño.

Este Papa es un intelectual porteño de clase media, que lee tanto a Borges como a Marechal, al que le gusta el tango y que solía viajar en subte y en colectivo. El mundo en este momento está hablando de un Papa de clase media, que es hincha de San Lorenzo y que iba a la cancha con su "viejo" como cualquier otro porteño de clase media.

Lo cierto es que tenemos un Papa porteño.

El hecho de que el Papa Francisco I sea porteño no es ni bueno ni malo en sí mismo, pero es un dato para tener bien en cuenta.

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